La verdad es que hoy en día, la violencia de género es una realidad, y la sociedad no está haciendo demasiado al respecto. Y aunque haya decenas de campañas y anuncios en las redes sociales, hay muchos que no saben qué es esta creciente “moda”. La violencia de género es un tipo de violencia física o psicológica ejercida contra una persona sobre la base de su sexo o género que impacta de manera negativa su identidad y bienestar social, físico o psicológico. Me pareció importante para mí escribir acerca de este tema ya que es tema de discusión en mesas argentinas, en programas de televisión ,etc. y me gustaría poder comprender (un poco más) todo esto y estar al día con lo que sucede en relación a este tema.Y también me parece fundamental que a partir del debate, la discusión y la información, la mentalidad argentina logre tomar conciencia acerca de lo que estamos permitiendo como sociedad.
Una encuesta realizada en Argentina a 2295 personas, revela que aproximadamente el 50% de las mujeres ha sufrido algún tipo de discriminación en el ámbito laboral. Esta encuesta brinda datos reales y alarmantes acerca de este tema, como por ejemplo, que el 35% de ofertas laborales son sólo para el género masculino. Las mujeres que completaron esta encuesta, contribuyeron a llegar a una conclusión concreta de porqué se sienten discriminadas. El hecho de que existan pocas mujeres en cargos directivos (30%), y la falta de respeto (17%), son las causas por las que ellas se sienten discriminadas.
Como dijimos anteriormente, un porcentaje muy bajo de mujeres logran llegar a puestos jerárquicos en las empresas. La investigación se centra en las mujeres que lograron acceder a estos lugares desde 1996 a 2012. El resultado: tres de cada diez puestos jerárquicos son ocupados por mujeres. Y aunque se percibe un gran avance por parte del sexo femenino en campos como por ejemplo el político, mientras que en 1996 sólo el 16% del total de los funcionarios eran mujeres, en 2012 esta participación trepó al 52%. Y esta encuesta dió un resultado bastante concreto y curioso, el 60% de los estudiantes universitarios son mujeres, y aunque esto implique que las mujeres desean avanzar, la brecha de ingresos salariales sigue siendo significativa.
Aunque la maternidad sea algo hermoso y una etapa muy importante en la vida de cualquier pareja, la situación de embarazo y crianza de un hijo no es sencilla cuando se trata de seguir trabajando. Las mujeres, tras cumplir la licencia de maternidad, y verse obligadas a volver a su rutina laboral, deben encontrar una guardería o persona que cuide a su hij@ mientras ellas ejercen su trabajo tranquilamente. Pero esto no es fácil para la mujer, ya que tienen un cúmulo de sensaciones; “las ganas de seguir desarrollándose como profesional y la culpa de tener que dejar a su bebé con otra persona” dice la licenciada Julieta Rocchietti, gerente de Selección y Consultoría de CONA Consultores. Seamos honestos, la maternidad es una etapa muy dificil ya de por sí como para que las empresas sean tan rigurosas con las madres. La flexibilidad es la clave para combinar de manera exitosa la maternidad y el trabajo. Y por suerte esto no es solo una idea disparatada. En Europa ya es una realidad, algunas empresas le permiten a las mujeres trabajar desde casa o llevar a su bebé durante un periodo de tiempo al trabajo, a un lugar donde lo cuiden y puede ser visitado durante el día por su madre. En la Argentina esta tendencia está comenzando a tomar fuerza; por ejemplo, algunas empresas permiten una flexibilidad para que la madre vaya a un acto de su hijo o trabajar desde casa si este se encuentra enfermo. Y la esperanza de la mayoría es que estos actos sean tomados con naturalidad en la vida laboral.
El mensaje es claro, hay avances a lo largo de todo el mundo en cuanto a este tema, pero falta un largo recorrido. Afortunadamente, en Argentina no es un tema menor, y la marcha organizada hacia el Obelisco no es una cosa que ocurre en todos los países. Y aunque no seamos el país ideal para alardear de muchas cosas, nos debemos sentir orgullosos de que esta marcha se originara en Argentina y se está volcando a otros países. Demuestra que deseamos avanzar como sociedad. Para lograr el cambio definitivo se debe replantear lo tradicional y cambiar los entornos para llegar a nuevos liderazgos, y así poder tratar la “igualdad” de la que todos hablamos. Y no hablamos solo de este cambio, también la mentalidad debe cambiar, las empresas deben entender que ya no es posible el modelo lineal de carrera ininterrumpida, deben también apreciar la etapa de vida de una persona para misiones al extranjero y traslados. En fin, falta mucho que aprender como sociedad, pero el cambio ya empezó y sólo queda esperar que llegue a buen puerto.